NUEVA YORK — Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos añade evidencia sólida de que las disposiciones oficiales para usar mascarillas pueden ayudar a disminuir los contagios de coronavirus, y que permitir comer en restaurantes puede incrementar los casos y las muertes.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dieron a conocer el estudio el viernes.
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“Todo esto es muy coherente”, dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, durante una reunión con reporteros en la Casa Blanca el viernes. “Se tiene una disminución en los casos y las muertes cuando se usan mascarillas, y hay un incremento en los casos y los fallecimientos cuando se tiene a personas que comen en los restaurantes”.
El estudio fue dado a conocer justo cuando algunos estados están cancelando las disposiciones oficiales para usar mascarillas y los límites a los servicios que proporcionan los restaurantes. Esta semana, Texas se convirtió en el estado de mayor tamaño en suspender su orden de usar mascarillas, una tendencia adoptada por muchos gobernadores a pesar de las súplicas de las autoridades de salud.
“Es un trabajo bien fundamentado que presenta argumentos bastante convincentes de que la presencia de comensales en los restaurantes es una de las cosas más importantes que necesita ser manejada si es que se va a controlar la pandemia”, dijo William Hanage, experto de la Universidad de Harvard en dinámica de enfermedades que no participó en el estudio.
La nueva investigación aprovecha estudios más pequeños de los CDC, incluyendo uno que halló que era más probable que la gente que se infectó en julio de 10 estados hubiese ido a cenar a un restaurante, y otro que detectó que las disposiciones oficiales para usar mascarillas en 10 estados estaban relacionadas con reducciones en las hospitalizaciones.
Los investigadores de los CDC examinaron condados estadounidenses con disposiciones oficiales de usar mascarilla emitidas por los estados y condados que permitían comer en restaurantes, tanto bajo techo como al aire libre. El estudio revisó información desde marzo hasta diciembre del año pasado.
Los científicos hallaron que había una relación entre las órdenes de usar mascarillas y una reducción en los contagios de coronavirus, y que las mejorías en las cifras de casos nuevos y muertes se incrementaban con el paso del tiempo.
Las reducciones en las tasas de crecimiento variaban de medio punto porcentual a casi 2 puntos porcentuales. Eso podría sonar pequeño, pero el gran número de personas involucradas significa que el impacto crece con el tiempo, señalaron expertos.
“Cada día que la tasa de crecimiento está bajando, el efecto acumulativo —en términos de casos y muertes— se va sumando hasta ser bastante sustancial”, dijo Gery Guy Jr., un científico de los CDC y el principal autor del estudio.
A la reapertura del funcionamiento normal de los restaurantes no le siguió un incremento significativo en los casos y muertes en los primeros 40 días posteriores a la cancelación de las restricciones. Pero después de eso, hubo aumentos de aproximadamente 1 punto porcentual en la tasa de crecimiento de los casos, y —después— de 2 a 3 puntos porcentuales en la tasa de incremento de las muertes.
La demora podría deberse a que los restaurantes no reabrieron de inmediato y a que muchos clientes podrían haber desconfiado de ir a cenar justo después de que se cancelaron las restricciones, señaló Guy.
Además, siempre hay un retraso entre el momento en que la gente se infecta y el momento en que se enferma, el cual es aún más largo cuando va a parar al hospital y muere. En el caso de salir a cenar, la demora en los fallecimientos también podría deberse al hecho de que los comensales mismos podrían no morir, pero podrían infectarse y luego contagiar a otros que enferman y mueren, dijo Hanage.
“Lo que ocurre en un restaurante no se queda en un restaurante”, manifestó.
Los funcionarios de los CDC no expresaron explícitamente que debería suspenderse el servicio presencial en los restaurantes. Pero sí dijeron que, si los restaurantes abren, deberían tomar la mayor cantidad de medidas de prevención posibles, como promover las mesas al aire libre, tener ventilación adecuada bajo techo, empleados con mascarillas y pedirle a los clientes que las usen siempre que no estén comiendo o bebiendo.
El estudio tuvo limitaciones. Por ejemplo, los investigadores intentaron hacer cálculos que tomaran en cuenta otras políticas, tales como las prohibiciones a las reuniones masivas o el cierre de bares, que podrían influenciar las tasas de casos y muertes. Pero los autores reconocieron que no podían tomar en cuenta todas las influencias posibles.
“Siempre es muy, muy difícil establecer meticulosamente las relaciones causales”, dijo Hanage. “Pero cuando uno toma esto que se recabó con todo lo demás que sabemos acerca del virus, ello respalda el mensaje” del valor del uso de mascarillas y el peligro de ir a cenar a restaurantes, agregó.