Antonio Casillas Montero, propietario de Stone City Kennels, fue sentenciado el pasado 22 de septiembre a siete años de prisión por conspirar para violar la Ley de Bienestar Animal y por posesión de perros para su uso en empresas de peleas de animales, anunció el fiscal Federal del Distrito de Puerto Rico, W. Stephen Muldrow.
De los hechos se desprende que, durante más de 35 años, Casillas dirigió Stone City Kennels, que participó en más de 150 peleas de perros. Casillas crió perros pit bulls para peleas en Puerto Rico, México, Ecuador, Perú, República Dominicana y varias ciudades de los Estados Unidos continentales.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Durante un allanamiento en su propiedad en Humacao, fueron incautados varios pit bulls que padecían pústulas, hongos, cojeras y pinzamiento de la mandíbula.
Según las pruebas presentadas por el Gobierno, Casillas utilizaba veterinarios en Puerto Rico para obtener certificados sanitarios para enviar perros de pelea a República Dominicana en un ferry, donde serían entrenados en las semanas previas a las peleas.
Durante las peleas, que podían durar más de una hora y media, Casillas dejaba que los perros perdedores murieran a causa de sus heridas, en lugar de sacarlos de la pelea. Durante la audiencia de sentencia, el Gobierno presentó un vídeo de uno de los perros de Casillas muriendo tras un partido en República Dominicana.
Casillas -además- organizó grandes combates internacionales. Él y sus socios criaban perros de pelea para venderlos por miles de dólares y los enviaban en aviones desde Puerto Rico a todo el mundo.
El Gobierno presentó pruebas de consultas de clientes potenciales en América del Sur y Europa sobre los perros de Stone City Kennels. Casillas también asesoraba a los peleadores de perros sobre técnicas de entrenamiento con esteroides. Las pruebas presentadas por el Gobierno indicaron que Casillas era considerado una “leyenda caribeña” de las peleas de perros.