El renunciante gobernador Ricardo Rosselló reapareció este jueves, entrada la tarde, en redes tras declararse un Estado de Emergencia en Puerto Rico por el coronavirus (COVID-19).
Rosselló instó a "errar de ser extremadamente precavidos", mientras aconsejó sobre cómo atender la situación. Por ejemplo, suspender las clases para los niños. También, considerar establecer toques de queda.
Ayer la gobernadora Wanda Vázquez confirmó unos 17 los casos sospechosos en Puerto Rico. El gobierno local maneja 11 casos; mientras el Hospital de Veteranos otros 6 casos.
Este pasado miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó como pandemia el coronavirus.
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A continuación, sus expresiones íntegras:
La pandemia del coronavirus: Un Elefante negro
“A black elephant (meaning): a rare but significant risk that everyone knows about, but no one wants to discuss… (until it happens).”
Redacto estas palabras solo por la genuina preocupación de lo que esta pasando en el mundo y en Puerto Rico. Mi único objetivo es añadir mis observaciones a esta coyuntura critica que todos enfrentamos. Es momento de unirnos y trabajar juntos, de otra forma las cosas pueden rápidamente colapsar.
La pandemia del coronavirus (COVID-19) que estamos enfrentando es un elefante negro. COVID-19 es el virus más infeccioso que se haya desatado desde la Influenza Española de 1918. Hace once años, escribí este artículo** alertando sobre la posibilidad de una pandemia y cómo debemos prepararnos para enfrentarla.
Hace solo tres semanas, elaboramos los siguientes pronósticos, que cubren solamente a EE.UU.:
- 120 millones infectados
- 12-15 millones hospitalizados
- 2-3 millones que requerirán cuidado crítico
- aproximadamente 250 – 500 mil muertes
Estas son solo proyecciones, que esperamos nunca se cumplan. Pero sí nos demuestran la posible escala y magnitud de esta pandemia. Las proyecciones para Puerto Rico, son un poco mas complejas por la incertidumbre detrás de los datos iniciales.
La Organización Mundial de la Salud (World Health Organization –WHO) ya ha determinado que esta es, en efecto, una pandemia global. Sin embargo, es muy posible que aún no hayamos visto lo peor. Por tanto, debemos tomar medidas inmediatas –incluyendo una planificación adecuada– en caso de que ocurra un brote masivo.
Hay dos factores que nos llevan a tratar esta situación como una catástrofe de mayores proporciones: (1) el potencial de que los casos incrementen exponencialmente en cualquier momento, lo que nos obligaría a cambiar estrategias y agotar recursos; y (2) específicamente en Puerto Rico, la falta de claridad en cuanto al número de personas infectadas. Ahora mismo, podría ser cero, pero igual podría ser cientos.
No nos equivoquemos. Este es un virus altamente contagioso que se propaga con gran facilidad. Además, aparenta sobrevivir en superficies y es posible que se transfiera por el aire.
Ante este escenario, lo mejor es errar de ser EXTREMADAMENTE precavidos.
Al declarar un Estado de Emergencia se deben incluir iniciativas concretas. Algunas de ellas:
1. Un objetivo clave es establecer distanciamiento social. Por lo tanto, se debe reducir o eliminar por completo las agrupaciones de 200 personas o más. Esto incluye eventos deportivos, conciertos, etc.
2. Es hora de concentrarse en esfuerzos escalonados de mitigación comunitaria. (Véase: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/66/rr/rr6601a1.htm)
3. Suspender las clases para los niños. Los maestros deben reunirse para determinar un posible protocolo de educación a distancia. Una vez establecido, suspender del todo las clases presenciales.
4. Suspender viajes. Tener personal en los aeropuertos para identificar personas con fiebre y no dejar entrar a nadie con fiebre.
5. Si se siente enfermo(a), aunque no tenga síntomas del coronavirus, QUÉDESE EN SU CASA.
6. Considerar establecer toques de queda.
7. Cerrar restaurantes de noche. (Italia ya está haciendo esto.)
8. Limpie obsesivamente. Utilice cualquier jabón, no tiene que ser anti-bacterias.
9. Trabaje desde su casa si es posible.
10. Redirigir todos los recursos disponibles hacia los profesionales de la salud y los voluntarios. Llegará el momento que estarán exhaustos, por lo que cuidar de ellos adecuadamente desde el principio es crítico. Propongo convocar una reunión de profesionales de la salud tan pronto sea posible para determinar cómo el sector privado puede ayudar en esta situación inmediatamente.
El gobierno también tiene que desempeñar un papel central en esta emergencia médica, tanto en las etapas iniciales, como en anticipar preocupaciones futuras:
1) Es imperativo tener guías claras y precisas en cuanto a cómo se podrá hacerle pruebas a la gente, y las medidas que hay que tomar mientras se esperan los resultados y una vez estos lleguen.
2) El gobierno debe invertir AHORA en una campaña pública sobre cómo evitar el pánico y cómo proceder de ahora en adelante. Esta campaña debe delinear las medidas que deben tomarse ahora y en el futuro. La claridad y la dirección permitirán evitar el caos y reducir la propagación del virus. Una idea sería establecer un tipo de servi-carro para que la gente pueda hacerse la prueba sin bajarse de su auto (e.g. Colorado)
3) Tener un hospital dedicado a los casos iniciales.
4) Establecer una estrategia ante la posibilidad de que no haya suficientes camas para pacientes críticos, y considerar que esos pacientes tendrán prioridad.
6) Comenzar a preparar el Centro de Convenciones y el Coliseo de Puerto Rico como posibles refugios médicos por si el contagio se sale de proporción.
7) Hacer lo mismo (6) con otras estructuras municipales más pequeñas.
8) Activar el protocolo de entrega de alimentos que se diseñó para desastres naturales. No es necesario en este preciso momento, pero podría hacer falta pronto. Ajustar ese protocolo para atender la pandemia. Ya existen varios centros abastecidos con provisiones y recursos disponibles.
9) La Junta de Control Fiscal debe eliminar temporalmente las restricciones al uso de fondos que tiene el Departamento de Hacienda y permitir canalizarlos para esta emergencia. Al momento, hay $8,800 millones disponibles. No hay mayor urgencia en Puerto Rico en estos momentos que esta pandemia.
10) Convocar una cumbre de organizaciones sin fines de lucro para atender un objetivo clave: los envejecientes. En Puerto Rico hay una población significativa de adultos mayores, como también una gran cantidad de casas de cuido que necesitan tomar precauciones particulares. Esta es una de las poblaciones más vulnerables al COVID-19.
11) Relativo al área sur de la Isla, existe una preocupación legítima de que las tiendas de campaña donde se refugian víctimas de los recientes terremotos puedan convertirse en focos de cultivo para la enfermedad. Es importante empezar a relocalizar a estos ciudadanos para evitar mayores problemas.
Igualmente, hay otras realidades que debemos considerar:
1) Se entiende que no habrá una vacuna para el COVID-19 hasta varios meses a un año. Por lo tanto, no hay una solución a corto plazo.
2) Algunos grupos están trabajando en medicamentos terapéuticos para limitar o inhibir la propagación del virus.
3) A menos que esta sea una enfermedad de temporada, habrá un crecimiento significativo en el número de casos.
4) Debemos prepararnos para que este evento cambie nuestras vidas diarias de manera significativa, pero llevadera. Las cosas no serán igual.
Los próximos pasos en la pandemia serán mas complejos que los que están ocurriendo ahora.
Es por tanto que tenemos que anticipar los peores escenarios y hacer una re-ingeniería de procesos para atenderlos anticipadamente. La pregunta clave para prepararnos será: Dentro de dos o tres semanas, ¿qué vamos a desear haber hecho HOY al respecto? No lamentemos después las cosas que no hagamos ahora.
Esperamos que lo peor no se materialice. Esperamos que todo esto sea una mera proyección. Pero en casos como este –de un elefante negro¬– más vale errar de ser cautelosos y hacerlo con prejuicio extremo. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que esta situación se nos vaya de las manos.
Que Dios bendiga a Puerto Rico y nos proteja a todos.
Ricardo Rosselló, Ph.D.
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