Los extractos más impactantes de las cartas de Hermes Ávila

Solicito un traslado a una cárcel de Estados Unidos. Mi vida está corriendo peligro en las cárceles de este país. Por mi reingreso a la institución, luego de haber violado la Ley 25, usted trancó a todos los demás reos que se encontraban en la libre comunidad. Me quieren matar y las amenazas son constantes. Mi cabeza vale en las cárceles y tiene una recompensa de $50,000. Yo responsabilizo a la administración de Corrección y a la sra. Ana Escobar de yo perder la vida en manos de otros confinados, oficiales o médicos de Physician Correctional, pues son tantas las amenazas diarias de los aquí mencionados.

Tengo amenazas de envenenamiento, ahorcamiento, puñaladas y golpizas. Hay cartas en la calle por si algo me sucede. La próxima que saldrá a la luz será la de todos los que colaboraron en mi salida y son 9 personas, ninguno de los que usted ha botado.

Les dejo saber que nunca quise hacerle daño a Ivette J. Meléndez Vega. Pido disculpas a toda la familia de Ivy. En verdad lo siento mucho y lo digo con el corazón.

Hoy me sentencian y dejo de estar en manos del Estado y paso a las de la administración de Corrección donde harán conmigo lo que quieran. Sé que me van a matar ellos.

Trataron de ponerme como si no tuviera nada que ver con Ivette, que la había secuestrado para matarla y se probó lo que yo dije, que teníamos una relación. Pido disculpas a toda la familia de corazón. Lo siento mucho. Que sus hijos y su nietecita me perdonen alguna vez. Estoy arrepentido. Fue por eso que le confesé los hechos a la Policía y a los Fiscales, renuncié a la vista preliminar y al juicio por jurado, e hice alegación de culpabilidad, para cerrar este ciclo y ella pueda descansar en paz. Y así yo estar tranquilo, con Dios y mi paz. Dios cambia cuando se tiene un verdadero arrepentimiento y así lo he hecho. Se lo prometí a mi familia y a Ivy, pero voy a confesar la verdad de la Ley 25.