Hace mucho que el perro del Condado desapareció

Para el que no conozca la leyenda, se le hace imposible imaginar que ahí Amigo esperaba a su amo.

Parecería que el perro que por décadas esperó a su amo, apostado en un rompeolas en la Playa del Condado, simplemente se marchó.

Hace 20 años era fácil distinguir la silueta del fiel amigo, mirando hacia al Océano Atlántico. Sin embargo, su figura se había ido desvaneciendo ya hace tiempo. El embate de las olas y el viento provocaron que la estructura de piedra perdiera su emblemática forma.

Este martes corrieron en las redes sociales imágenes que alegaban que el perro había desaparecido por completo. Telenoticias fue a corroborar. Definitivamente, el perro ya no está. Lo que queda es una piedra que para el que no conozca la leyenda, se le hace imposible imaginar que se trata de un perro.

Según la leyenda, cuando el Castillo San Jerónimo todavía era una fortaleza militar, un soldado llamado Enrique encontró un día al perro, malamente herido, en un callejón del Viejo San Juan y lo rescató. Enrique lo llamó Amigo. Pero, luego de unos meses, tuvo que marcharse a Cuba.

Desde ese momento, el perró se sentó a Esperar a Enrique. Lamentablemente, el barco de Enrique se hundió en una batalla, pero Amigo jamás dejó de esperarlo.

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