La jefa interina de compras del Departamento de Salud (DS), Diana Meléndez Díaz catalogó el lunes en vistas públicas de la Comisión cameral de Salud que el proceso de compras de pruebas de OCVID-19 fue una “irregular”.
“Al parecer fue irregular”, dijo Meléndez Díaz a preguntas del representante Néstor Alonso.
Meléndez Díaz mencionó que Mariel Rivera, la analista de Compras y quien autorizó la compra del millón de pruebas COVID-19, no pertenece a su oficina, y tan siquiera ese puesto no existe.
“Ella no está en nuestra oficina. Ella no es de nuestra oficina. Compradora de nuestra oficina no es y todos los compradores del Departamento de Salud están en la Oficina de Compras a nivel central”, declaró la deponente.
Cuestionada por el representante Ángel Bulerín Ramos, de que realizó compras sin el consentimiento de la deponente, ésta contestó: “Si lo hizo, así fue entonces”.
“Llama la atención”, reaccionó el legislador.
Explicó que Adil Rosa Rivera, exsecretaria auxiliar del Departamento de Salud, presentó a Mariel Rivera, quien depuso en dicha comisión la pasada semana, como requisadora.
El presidente de la Comisión de Salud, Juan Oscar Morales solicitó al doctor Segundo Rodríguez, director del Task Force Médico que entregue las minutas de los días 24 al 26 de marzo.
“Queremos pensar que fue un error involuntario”, destacó Morales.
El representante Gabriel Rodríguez Aguiló destacó que el grupo asesor no entregó dfocumentos de dos reuniones el 24 de marzo y el 26 de marzo. Supuestamente el 26 de marzo se ordenó la compra de un millón de pruebas a Apex General Contractors por $38 millones.
Surgió del testimonio de Meléndez que APEX General Contractors rendía servicios de aires acondicionados, entre otoros, a Salud desde el 2012.
Se espera que también brinden su testimonio la Secretaria de Salud Ambiental, Mayra Toro; la directora de Bioseguridad, Jessica Cabrera; y el Dr. Roberto Rosso, quien fue ayudante de la ex secretaria interina de Salud, Concepción Quiñones de Longo.
Mandaba Mabel Cabezas
El jueves, la exsecretaria auxiliar del Departamento de Salud, Adil Rosa Rivera, reconoció bajo juramento que la persona que mandaba en el Departamento de Salud era Mabel Cabeza, quien fue señalada por el desvío de pruebas de COVID-19 que denunció la ex secretaria interina de Salud, Concepción Quiñones de Longo.
Rosa además señaló a Cabeza como la persona que solicitó cotización a Castro Business Enterprises, Inc, para la compra de ventiladores. Dicha compra de $2.2 millones fue denunciada por la senadora Rossana López. El presidente de Castro Business, Ricky Castro, posteriormente catalogó como falsa la denuncia.
La ex secretaria titular de Salud también dijo que el coordinador del equipo de trabajo (Task Force) Segundo Rodríguez Quilichini mintió en una comunicación enviada a la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.
“Una cosa es que ellos decían que estaban haciendo recomendaciones y otra cosa es decir que era lo que ocurría que daban instrucciones en algún momento. Y ocurrió, porque los que me dieron la instrucción de que yo escogiera a APEX fueron ellos”, dijo Rosa Rivera durante su testimonio.
“¿Y si yo le presento evidencia de que el Task Force dice lo contrario?”, preguntó el presidente de la Comisión, Juan Oscar Morales. “Yo bajo juramento le digo categóricamente, porque yo estuve ahí, que eso sucedió”, contestó Rosa Rivera.
“¿El Task Force evaluaba propuestas, precios? ¿Le ordenaban a hacer órdenes de compra?", preguntó el representante. “Ellos nos validaban que escogiéramos X o Y orden de compra, si era la que tenía las características que ellos estaban buscando”, respondió la exsecretaria auxiliar.
El representante leyó una carta firmada por el doctor Segundo Rodríguez Quilichini, que fue enviada al presidente de la Cámara, Carlos “Johnny” Méndez Núñez, en la cual alegó que el Task Force no tuvo que ver con los procesos de compras, precios ni suplidores de los equipos médicos. Argumentó además que “la secretaria de Salud interina, doctora Concepción Quiñones de Longo, estuvo al tanto de todos estos esfuerzos”.
“Yo le digo que nosotros los que estuvimos allí, la dinámica fue bien distinta, eso es lo que yo quiero que quede claro”, expuso la testigo.
“¿Lo que yo le estoy leyendo es lo que realmente ocurría allí?", preguntó el legislador. “No”, respondió Rosa Rivera. “¿Esto que yo acabo de leer es cierto o es falso?”, cuestionó el representante. “La premisa no es cierta”, respondió la mujer.
El legislador leyó la parte de la carta del doctor Rodríguez Quilichini en la cual apunta que la fallida compra multimillonaria a la empresa APEX Contractors fue responsabilidad de la División de Compras del Departamento de Salud y que la doctora Quiñones de Longo estuvo al tanto de todos los esfuerzos.
“Eso es contradictorio, porque el 26 de marzo la secretaria renunció. La secretaria de Salud no estuvo en la reunión del 26 de marzo”, fue la contestación de Rosa Rivera.
La mujer reiteró que procedió a aprobar la orden de compra por 38 millones a APEX Contractors por instrucciones del doctor Rodríguez Quilichini.
”¿Decir que la doctora Quiñones de Longo estuvo al tanto de ese proceso de compra de APEX es falso?”, inquirió el presidente de la Comisión.
“Sí, yo estuve ahí”, contestó.
Rosa Rivera rechazó la oferta de inmunidad que le hizo la Comisión de Salud.
Durante el interrogatorio, el presidente de la Comisión acusó a la exsecretaria auxiliar del Departamento de Salud de mentirle bajo juramento en varias ocasiones durante su testimonio, sobre el proceso de compras por la emergencia del COVID-19 coronavirus.
Principalmente, el alegato de mentir, a juicio del representante, se dio en el proceso para adjudicar una orden de compra de pruebas rápidas de COVID-19 al empresario Ricardo “Ricky” Castro de Castro Business.
“Dígame si usted buscó la cotización de Castro por instrucciones de Mabel Cabezas” le expuso el presidente de la Comisión.
“Yo acogí el referido de Mabel y pedí la cotización”, contestó Rosa Rivera.
“Usted ejecutó una instrucción que le dio Mabel Cabezas. Y usted no le cuestionó a Mabel Cabezas porque ella le estaba dando un nombre de una compañía, para ustedes hacer una cotización, porque ya estaba hecha”, mencionó el legislador.
“Si yo cometí un error en no cuestionarle, es siguiendo que Mabel Cabezas era el contacto entre Fortaleza y Salud”, expuso la testigo.
La exsecretaria auxiliar defendió su gestión.
“Conseguir las pruebas era como buscar un vaso de agua en un desierto en esas primeras semanas”, sostuvo.
Previamente, Rosa Rivera negó que Cabezas interviniera en los procesos de compra en el Departamento de Salud.
“Yo nunca he recibido una instrucción directa de que comenzara un proceso de compra de parte de Mabel Cabezas”, fue la contestación que previamente le dio al representante Morales.
Como consecuencia de la respuesta, el presidente de la Comisión presentó copia de un correo electrónico enviado por Rebecca Soler (secretaria de Quiñones de Longo) de parte de Mabel Cabezas a Adil Rosa Rivera. La propuesta era del suplidor Castro Business.
“Que lee como sigue: Buenos días Adil. Según discutido en reunión con el Task Force y la secretaria interina, favor de hacer pedido de 200 mil kits, donde ellos se comprometen hacer llegar 10 mil kits para el viernes. Favor de comunicarse con este grupo adjunto al correo para el debido proceso de cumplimiento”, leyó el representante.
“Le tengo que informar a ustedes que Adil Rosa no está diciendo la verdad. Aquí están los documentos que sostienen que en efecto esa orden de compra De Castro Business fue discutida con el Task Force donde estuvo la secretaria interina y se lo refirieron a Adil Rosa para que iniciara el proceso de compra. Le hice la pregunta en tres ocasiones y lamentablemente no me dijo la verdad”, añadió.
Rosa insistió que no recordaba cómo había llegado a su atención el nombre de Ricky Castro. Juan Oscar Morales le expresó a la exsecretaria auxiliar de Salud que fue Mabel Cabezas quien refirió al suplidor, mediante correo electrónico al cual hizo referencia en la Vista Pública.
“Nuevamente Adil, usted no dice la verdad ante la Comisión de Salud”, sostuvo el legislador. Morales también expuso en la Vista Pública que como parte de los documentos sometidos por el Departamento de Salud, no aparece evidencia de que se haya solicitado cotizaciones adicionales para adjudicar esta compra de pruebas rápidas.
Rosa Rivera explicó que el 24 de marzo a las 8:30 de la mañana hubo una reunión en el Departamento de Salud, entre la doctora Concepción Quiñones de Longo, Segundo Rodríguez Quilichini, el doctor Juan Salgado y el licenciado William Escobar a la cual fue invitada.
“En esa reunión es que la doctora trae su molestia ante el Task Force de la señora Mabel Cabezas entre ellos y Salud. Yo le indico a la doctora que necesitaba que nos indicara y estableciera la dinámica, porque era para nosotros bien incomodo tener que recibir llamadas de esta persona Mabel Cabeza, del Task Force y de Salud, porque no es secreto de nadie que había discrepancias entre la doctora Longo y Mabel Cabezas. Yo digo en la reunión que nosotros nos sentíamos incomodos con la situación y les pedí que aclaren la situación. Ahí es que la doctora determina que de ahí en adelante, esta servidora iba a ser el enlace en el Task Force y Salud. Así es que llego yo ahí”, expresó Rosa Rivera.
“¿Y si la doctora declaró lo contrario bajo juramento?, le preguntó el legislador.
“Pues yo bajo juramento tendría que decir que está mintiendo. De no ser así, yo no tendría justificación para estar en otra facilidad”, respondió la testigo.
Morales le preguntó también a Rosa Rivera si recibió comunicaciones después de su participación en la vista pública del pasado martes con algún funcionario directa o indirectamente vinculado a la investigación y la mujer contestó que no. Luego mencionó que recibió “mensajes de apoyo de algunas personas del Departamento de Salud” que respondió con un “emoji”.
No conforme con su explicación, el representante le preguntó a la testigo si accedía a que funcionarios de la Comisión lograran acceso a su teléfono móvil y la mujer no tuvo reparos.