Los ríos del mundo tuvieron en 2023 su año más seco en más de tres décadas, indicó el lunes la agencia meteorológica de Naciones Unidas. La reducción de los caudales, en un año que batió récords de calor, contribuyó a prolongadas sequías en algunos lugares.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) también señaló que los glaciares que alimentan a los ríos en muchos países sufrieron la mayor pérdida de masa de las últimas cinco décadas, y advirtió que el deshielo puede amenazar en el largo plazo la seguridad hídrica de millones de personas en todo el mundo.
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“El agua es el canario en la mina de carbón del cambio climático. Recibimos señales de aviso en forma de lluvias, inundaciones y sequías cada vez más extremas que se cobran un alto precio en vidas, ecosistemas y economías”, dijo la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, en la presentación del reporte el lunes.
La subida de las temperaturas ha sido un factor en que el ciclo hidrológico se haya vuelto “más errático e impredecible” en formas que pueden producir “o bien demasiada o demasiada poca agua” en forma de inundaciones y sequías, explicó.
Unos 3,600 millones de personas enfrentan un acceso inadecuado al agua durante al menos un mes al año, una cifra que se espera llegue a 5,000 millones de personas para 2050, indicó la agencia meteorológica, que citaba cifras del mecanismo ONU-Agua de Naciones Unidas.
El mundo registró en 2023 el año más caluroso del que se tiene registro y el verano boreal de este año también fue el más caluroso jamás documentado, lo que plantea el riesgo a un posible nuevo récord anual en 2024.
“En los (últimos) 33 años de datos, nunca tuvimos una zona tan grande en el mundo que estuviera en condiciones tan secas”, dijo Stefan Uhlenbrook, director de hidrología, agua y criósfera en la OMM.
El reporte indicó que el sur de Estados Unidos, así como países en Centroamérica y los países sudamericanos de Argentina, Perú y Uruguay sufrieron condiciones generalizadas de sequía y “los niveles de agua más bajos observados hasta la fecha en el Amazonas y en el lago Titicaca”, en la frontera entre Perú y Bolivia.
La cuenca del río Mississippi también experimentó un caudal mínimo récord, señaló el reporte. La mitad del mundo sufrió condiciones de bajo caudal en ríos el año pasado, señaló la OMM.
Aunque los datos de 2024 todavía no están disponibles, Uhlenbrook dijo que era “muy probable” que el verano extremadamente caluroso en el Hemisferio Norte suponga caudales bajos este año, y “en muchos lugares del mundo, esperamos más escasez de agua”.
La reducción del agua disponible ha tenido un impacto en la navegación fluvial en lugares como Brasil y una crisis alimentaria en Zimbabue y otras partes del sur de África este año.
La OMM pidió mejoras en la recogida e intercambio de datos para ayudar a aclarar la situación real de los recursos hídricos y ayudar a países y poblaciones a tomar medidas en consecuencia.