LIMA, Perú - Un neerlandés condenado a mediados de octubre en Estados Unidos por extorsionar a la familia de una estadounidense a la que asesinó en 2005 regresó el martes a Perú para seguir cumpliendo otra sentencia de cárcel por matar a una peruana en 2010.
Joran Van der Sloot, de 36 años, arribó al aeropuerto de Lima en un avión vigilado por agentes del Servicio Federal de Alguaciles de Estados Unidos.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
El holandés mató en 2010 a la estudiante peruana Stephany Flores, de 21 años, por lo que fue condenado a 28 años de cárcel que cumple en una prisión de una zona remota de los Andes llamada Challapalca, a 4.600 metros de altitud.
En junio fue extraditado temporalmente a Estados Unidos para ser juzgado por extorsionar a la familia de la estudiante de ese país Natalee Holloway, quien desapareció el 30 de mayo de 2005 y fue vista por última vez saliendo de un bar junto a Van der Sloot en la isla holandesa de Aruba.
El holandés, entonces de 18 años como su víctima, fue interrogado como el principal sospechoso, pero nunca fue procesado. Un juez declaró muerta a Holloway en 2012 y su cuerpo jamás fue encontrado.
El 18 de octubre, tras casi dos décadas de silencio, Van der Sloot confesó ante una jueza en Birmingham, Alabama, que además de extorsionar a la madre de Holloway había matado a golpes y arrojado el cuerpo de la estudiante estadounidense en una playa de Aruba luego de que ella rechazara sus insinuaciones.
Se declaró culpable de un cargo de extorsión y otro de fraude electrónico a cambio de una condena de 20 años.
No fue su único crimen. Exactamente cinco años después del primer asesinato en Aruba, Van der Sloot mató el 30 de mayo de 2010 en Lima a la estudiante universitaria Flores y luego escapó a Chile, donde fue capturado y expulsado a Perú. La justicia peruana lo condenó a 28 años de cárcel. En prisión se casó con una peruana y tuvo un hijo.
Conocido el asesinato de la estadounidense en 2005 tras la confesión de Van der Sloot, la fiscalía de Aruba pidió hace una semana al Departamento de Justicia de Estados Unidos los documentos judiciales para revisar y analizar la decisión que tomará contra él.