VALLE DEL RÍO GRANDE, TEXAS - El cruce de migrantes por la frontera es un tema con tintes humanitarios, pero no ajeno al crimen.
En México, los cárteles tienen control absoluto de ciertas regiones, especialmente en el cruce de inmigrantes indocumentados, armas y narcóticos hacia Estados Unidos.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. >Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Antes de llegar a la frontera norte de México y sur de Texas, los migrantes quedan vulnerables a los polleros, mismos que negocian con los poderosos carteles para ofrecer a los migrantes una travesía segura a cambio de su dinero.
“En México es un país donde, tristemente los cárteles están fuera de control y muchos de estos migrantes sufren abusos innombrables,” dijo Ildefonso Ortiz, periodista de investigación en la frontera.
Uno de los abusos y quizás considerado el más indignante es colocarles brazaletes de plástico de diferentes colores con las palabras “llegadas” o “entradas” y así distinguir a quienes pagaron más de quienes pagaron menos.
“Los brazaletes es solo una de las formas que se están utilizando para identificar. Nada cruza esa frontera, ese río, sin que, en esta sección, sea el Cartel del Golfo el que de permiso y el que gane dinero,” afirmó Ortiz.
Por su parte, Steve Romero, profesor de justicia criminal de UTRGV sostuvo que los cárteles “se están aprovechando porque ya saben que esta gente quiere venir aquí a Estados Unidos y ellos van a pagar cualquier dinero que tienen para pasar”.
Conforme a Ortiz, el Cartel del Golfo tiene el control absoluto del cruce de migrantes y el precio que se cobra por cabeza.
“Si son niños menores, tienen una cuota porque ellos nomás cruzando el río los va a agarrar la Patrulla Fronteriza. Si son adultos de tal país o tal país, va a variar el precio porque ellos no necesariamente nada más se entregan y los van a soltar, ellos tal vez tienen que esconderse,” explicó Ortiz.
El cartel puede cobrar a cada migrante entre $300 y $700 solo por acceso a la frontera. Esto no incluye a los guía. Esa es otra tarifa de aproximadamente $100 dólares por migrante.
“Tienen que pagar solo por el puro derecho de cruzar el río. Esto sin contar toda la travesía que lleven desde Centroamérica o de donde vengan,” indicó Ortiz.
Pero ¿qué sucede cuando un migrante no paga la cuota?
“Si no pagan la cuota, luego les dicen que los van a lastimar a ellos o a sus niños o se los van a quitar o les dicen que los van a matar ahí y luego nadie podrá hacer nada,” comentó el profesor Romero.
El brazalete sirve para que los criminales tengan información de la persona, de su familia, de su país de origen y hacia dónde se dirigen.
“Tienen un control absoluto en la frontera. Tanto en el lado mexicano como en el lado americano. Tienen un control operativo que ni siquiera tienen los gobiernos,” afirmó Ortiz.
Cuando los migrantes hacen su travesía, los polleros o sus guías tienen sus rutas negociadas con cada cartel para poder avanzar. Por eso cada viaje son miles de dólares en mordidas, protección y demás que tienen que pagarle al cartel aparte de los polleros, que también ganan su buen dinero.