WINDSOR LOCKS, Connecticut — Fuertes turbulencias sacudieron un avión ejecutivo sobre Nueva Inglaterra, en el noreste de Estados Unidos, causando la muerte poco común de un pasajero y obligando a la aeronave a desviarse al aeropuerto internacional Bradley, informaron las autoridades el sábado.
El avión Bombardier transportaba a cinco personas cuando cruzó las turbulencias el viernes por la tarde mientras viajaba de Keene, Nueva Hampshire, a Leesburg, Virginia, informó la portavoz de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), Sarah Sulick.
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No quedó claro de momento qué daños pudo haber recibido la aeronave y la NTSB no proporcionó detalles, como el hecho de si la víctima llevaba puesto el cinturón de seguridad.
ESTOS HECHOS SON MUY RAROS
Según una base de datos de la Administración Federal de Aviación, el avión era propiedad de Conexon, una firma con sede en Kansas City, Missouri.
La compañía —especializada en llevar fibra óptica a las comunidades rurales para dotarlas de internet de alta velocidad— se negó a hacer comentarios el sábado.
Los investigadores de la NTSB estaban entrevistando a los dos miembros de la tripulación y a los pasajeros sobrevivientes. Las grabadoras de voz y datos de la cabina del avión se enviaron a la sede de la NTSB para su análisis, agregó Sulick.
Las turbulencias, que son corrientes de aire inestables en la atmósfera, siguen provocando lesiones a los pasajeros de las aerolíneas a pesar de las mejoras introducidas en materia de seguridad aérea a lo largo de los años.
A principios de esta semana, siete personas resultaron tan heridas que debieron ser transportadas a hospitales después de que un Airbus A330 de Lufthansa experimentara turbulencias mientras volaba de Texas a Alemania.
El avión fue desviado al Aeropuerto Internacional Washington Dulles de Virginia.
Sin embargo, las muertes por turbulencias son extremadamente raras.
“No puedo recordar la última fatalidad debido a una turbulencia”, expresó Robert Sumwalt, expresidente de la NTSB y director ejecutivo del Centro de Seguridad Aeronáutica y Aeroespacial de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle.
Las turbulencias representaron más de un tercio de los accidentes en las aerolíneas comerciales más grandes entre 2009 y 2018, según la NTSB.