WASHINGTON - El presidente Donald Trump insistió este lunes que “cosas buenas” estaban en camino en el próximo paquete de apoyo por el COVID-19, mientras se reunía con líderes republicanos del Congreso; pero nuevas divisiones entre los republicanos del Senado y la Casa Blanca representan nuevos desafíos al empeorar la crisis y expirar la ayuda por la emergencia.
El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell se dispone a presentar un paquete de $1 billón en cuestión de días. Pero el gobierno criticó más dinero para pruebas del virus e interpuso otras prioridades que podrían complicar una rápida aprobación.
“Hemos logrado muchos avances”, dijo Trump mientras se desarrollaba la reunión este lunes.
Sin embargo, el presidente reconoció el “gran estallido” de casos y muertes en aumento en los estados. “Desafortunadamente, es algo que será muy difícil”, agregó.
Los legisladores regresaban a un Capitolio todavía cerrado para turistas, otra señal de la dificultad que tiene el país para contener el coronavirus. En lugar de aliviarse, el devastador ciclo de la pandemia otra vez aumenta, lo que deja poca opción al Congreso que no sea idear otro costoso rescate. Los negocios otra vez cierran, muchas escuelas no reabrirán por completo y los trabajos desaparecen, todo mientras expira el apoyo federal.
Sin una estrategia federal exitosa, los legisladores intentan trazar una.
“Tenemos que acabar con este virus”, dijo el lunes en MSNBC la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
Pelosi dijo que cualquier intento de la Casa Blanca para bloquear dinero para las pruebas “va más allá de la ignorancia”.