Elon Musk ha tomado el control de Twitter y despidió al director general, al director financiero y a la abogada general de la compañía, informaron el jueves en la noche dos personas al tanto de la situación.
Las fuentes no señalaron si ya se había firmado todo el papeleo del acuerdo, que en un principio estaba valorado en 44,000 millones de dólares, o si ya se había cerrado. Pero apuntaron que Musk está a cargo de la red social y despidió al director general, Parag Agrawal; al director financiero, Ned Sagal, y a la abogada general, Vijaya Gadde. Ninguna de las personas quiso ser identificada debido a la naturaleza delicada del acuerdo.
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Horas después, Musk tuiteó “el pájaro ha sido liberado”, en referencia al logo de Twitter, un pájaro de color azul.
Los ceses se dieron unas horas antes de que se cumpliera el plazo para finalizar el acuerdo impuesto por una jueza de Delaware, quien amenazó con programar un juicio en caso de que no se concretara el pacto para el viernes 28 de octubre.
Aunque ocurrieron muy rápido, los cambios en la dirección de la red social eran ampliamente esperados y es casi un hecho que serán los primeros de los muchos que realizará el temperamental director general de Tesla.
Musk tuvo diferencias en privado con Agrawal el pasado abril, justo antes de decidir presentar una oferta de compra por la compañía, según mensajes de texto que se dieron a conocer posteriormente en documentos presentados ante la corte.
Más o menos al mismo tiempo, usó su cuenta de Twitter para criticar a Gadde, la principal abogada de la empresa. A sus tuits le siguió una ola de acoso contra la asesora jurídica desde otras cuentas de la red social. Para Gadde, quien trabajó 11 años en la empresa y también estaba al frente de las áreas de seguridad y políticas públicas, el acoso incluyó ataques misóginos y racistas, así como pedidos a Musk para su despido. Los mensajes de acoso se reanudaron el jueves después de su cese.
Los cambios de Musk tendrán como objetivo incrementar la base de suscriptores y los ingresos de Twitter.
En su primer gran movimiento horas antes el jueves, Musk intentó tranquilizar a los anunciantes de la red social diciendo que la adquiriría para ayudar a la humanidad y que no quiere que se convierta en un “infierno anárquico”.
El mensaje parecía estar dirigido a apaciguar las preocupaciones de los anunciantes —la principal fuente de ingresos de Twitter— acerca de que los planes del multimillonario de promover la libertad de expresión recortando la moderación de los contenidos abrirían las compuertas a más toxicidad en internet y alejarían a los usuarios.
“La razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública digital común, donde se pueda debatir sobre una amplia gama de creencias de manera saludable, sin recurrir a la violencia”, escribió Musk en un mensaje inusualmente largo para el director general de Tesla, quien normalmente proyecta sus pensamientos en tuits de un renglón.
“Actualmente existe un gran peligro de que las redes sociales se dividan en cajas de resonancia de extrema derecha y de extrema izquierda que generen más odio y dividan a nuestra sociedad”, añadió.
Musk ya había expresado antes su disgusto por la publicidad y la dependencia que tenía Twitter de ella, sugiriendo hacer más énfasis en otros modelos de negocio como las suscripciones pagadas que no permitan a las grandes corporaciones dictar la política de funcionamiento de las redes sociales. Pero el jueves, aseguró a los anunciantes que quiere que Twitter sea “la plataforma publicitaria más respetada del mundo”.
Este mensaje supone un cambio en la postura de Musk, que consideraba que Twitter vulneraba de forma injusta el derecho a la libertad de expresión al bloquear la desinformación o el contenido gráfico, indicó Pinar Yildirim, profesora asociada de marketing en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania.
Pero es también la constatación de que no moderar el contenido es malo para el negocio ya que pone a Twitter en riesgo de perder anunciantes y suscriptores, agregó.
“No se quiere un lugar donde los consumidores sean bombardeados con cosas que no quieren oír y donde la plataforma no asuma ninguna responsabilidad”, dijo Yildirim.
Según Musk, Twitter debe ser “cálido y acogedor para todos” y permitir que sus usuarios elijan la experiencia que quieren tener.
El plazo para cerrar el acuerdo antes del viernes fue impuesto por la Corte de Equidad de Delaware a principios de octubre. Es el último paso en una batalla legal que comenzó en abril, cuando Musk firmó un acuerdo para adquirir Twitter y luego intentó echarse atrás, lo que llevó a la empresa a demandarlo para obligarle a seguir adelante con la adquisición.