El gobierno estadounidense anunció planes de imponer nuevos aranceles sobre productos chinos como vehículos eléctricos, baterías, células solares, acero, aluminio y equipos médicos, una medida que podría agravar la fricción entre las dos economías más grandes del mundo.
La medida además surge en medio de una reñida campaña electoral en que tanto el presidente Joe Biden como su predecesor republicano Donald Trump están tratando de presentarse como el más duro con China.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Es poco probable que los aranceles tengan un efecto inflacionario debido a la manera como están estructurados. Funcionarios estadounidenses dicen creer que la medida no aumentará las tensiones con China, aunque admiten que China probablemente estudiará maneras de reciprocar. No queda claro qué efecto a largo plazo tendrán los aranceles si contribuyen a una disputa comercial más amplia.
Los gravámenes se impondrán gradualmente en los próximos tres años, con los de 2024 cubriendo vehículos eléctricos, células solares, jeringas, agujas, acero y aluminio y otros productos. Actualmente hay pocos vehículos eléctricos chinos en Estados Unidos, pero los funcionarios temen que modelos de bajo precio posibilitados por los subsidios del gobierno chino podrían pronto inundar el mercado norteamericano.
Las compañías chinas son capaces de vender vehículos eléctricos por tan poco como 12,000 dólares. Sus plantas de células solares y fábricas de acero y aluminio tienen suficiente capacidad para satisfacer la mayoría de la demanda mundial y las autoridades chinas dicen que su producción mantiene los precios bajos y permitirá una transición a una economía más verde.
Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, dijo que los aranceles elevarán el costo de productos chinos selectos y ayudarán a frustrar los intentos chinos de dominar el mercado de tecnologías emergentes de maneras que plantean riesgos para la seguridad nacional estadounidense y la estabilidad económica.
“China es simplemente demasiado grande para jugar bajo sus propias reglas”, dijo Brainard el lunes en una llamada previa al anuncio oficial.
Los funcionarios del gobierno enfatizaron que la decisión no tiene nada que ver con la campaña electoral. Pero Brainard notó que los aranceles protegerán empleos en Pensilvania y Michigan, dos estados cruciales que podrían ser decisivos en la contienda.
Tras una evaluación de cuatro años de comercio con China, los aranceles sobre vehículos eléctricos chinos aumentarán a 102.5% este año, comparado con 27.5%. La evaluación se hizo bajo la Sección 301 de la Ley Comercial de 1974, que permite al gobierno tomar represalias por prácticas comerciales consideradas injustas o violatorias de los estándares internacionales.