SAO PAULO, Brasil - El astro brasileño Romário regresó a los entrenamientos el jueves a los 58 años, casi dos décadas después de que se retiró del deporte y necesitó de apenas unos minutos para evidenciar que sigue siendo un prolífico anotador.
El ganador de la Copa Mundial 1994 y que se convirtió en político, anotó dos goles en un entrenamiento con jugadores juveniles del venido a menos club América de Río de Janeiro, del que es presidente.
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América jugará este año en el campeonato de la segunda división del estado de Río. Romarinho, uno de los hijos de la exestrella del Barcelona, es parte del equipo.
“Mi meta más importante aquí es tener al oportunidad de jugar con mi hijo”, le dijo a los reporteros tras el entrenamiento un agotado Romário. “Muchos deportistas tienen ese objetivo. LeBron James quiere jugar con su hijo el próximo año (en la NBA). Rivaldo también tuvo la oportunidad. Yo también quiero".
"También reconocido por no tener pelos en la lengua, algo que padecieron desde Pelé, Zico y Mário Zagallo, Romário fue el objetivo en esta ocasión.
“Estoy muy cansado. Pronto necesitaré que me recojan en camilla”, bromeó. “Para un hombre que no ha entrenado en 16 años, en general logré correr un poco. Pero debo dejar algo muy claro —no disputaré todo el campeonato. Mi idea es jugar unos minutos en algunos encuentros. Lo que más importa en la competencia es América”.
El primer duelo de liga del América es el 18 de mayo. Romário se convirtió en presidente del club en el 2023 y su meta es que el club regrese a la primera divisional estatal junto a gigantes como Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama y Botafogo.