NUEVA YORK - En un partido no apto para cardiacos, los Dodgers de Los Ángeles se coronaron este miércoles campeones de la Serie Mundial de las Grandes Ligas de Béisbol, tras vencer 7-6 a Yankees, en el quinto juego efectuado en Nueva York.

Este campeonato, el octavo en su historia, lo lograron tras remontar un marcador adverso ante unos Yankees que salieron inspirados y contaron con el apoyo de su afición. Sin embargo, al final el equipo angelino conservó el liderazgo para ganar 4 de los 5 juegos disputados en esta Serie Mundial.

El inicio de este importante y definitivo juego tuvo un ingrediente emotivo adicional. Ahí, en primera fila fue captado Calvin Young, de 15 años, el joven paciente oncológico al que Yankees le cedió los boletos de los dos aficionados que fueron sancionados durante el Juego 4 por arrebatar la pelota a Mookie Betts.

YANKEES DESPERTÓ Y SU AFICIÓN SE EMOCIONA

Los Yankees no querían más sorpresas en esta Serie Mundial e iniciaron el Juego 5 pisando fuerte. Tras una andanada de jonrones se colocaron 5-0 sobre los Dodgers apenas en la tercera entrada.

Las primeras tres carreras cayeron tras dos jonrones en la parte baja de la primera entrada y eso llevó a los Yankees a iniciar la parte alta de la segunda con ventaja de 3-0.

Después de una base por bolas de Juan Soto, Aaron Judge conectó el primer jonrón de dos carreras al jardín derecho, su primer cuadrangular de la Serie Mundial y puso en ventaja a los Yankees 2-0. Luego Jazz Chisholm batea un jonrón con Jack Flaherty, solo cuatro lanzamientos después de Judge y Nueva York marcó el 3-0 que le permitió iniciar la parte alta de la segunda entrada con ventaja.

Los Dodgers, desconcertados, sumaron dos ponches y un elevado en la parte alta de la segunda entrada. La noche de Jack Flaherty terminó para el equipo de Los Ángeles que permitió otra carrera en la parte baja de la segunda entrada. Anthony Volpe conectó un doble, avanzó a la tercera con una jugada de selección y llegó a casa con un sencillo de Alex Verdugo.

Flaherty permitió cuatro hits, ponchó a uno y dio una base por bolas. Las cuatro carreras fueron limpias y él fue el responsable del corredor en primera.

Los Yankees lideraron 4-0 y enfrentaron al bullpen de Los Ángeles por el resto del juego.

¡SORPRESA! EL JUEGO SE EMPATA

El desarrollo del partido dio un giro en la parte alta de la quinta entrada.

Una serie de errores de fildeo por parte de los Yankees (una caída en el jardín central, una caída en la tercera base y Gerrit Cole no pudo cubrir la primera base con un rodado) abrieron la puerta para los Dodgers.

Mookie Betts conectó un sencillo productor, Freddie Freeman conectó un sencillo de dos carreras con las bases llenas y luego Teoscar Hernández conectó un doble de dos carreras para empatar el juego a 5.

El empate dejó más que perplejos a los aficionados que coparon el Yankee Stadium y que, tras el férreo inicio de su equipo, no daban crédito al avance de los Dodgers.

¡Qué entrada! Los Dodgers prácticamente revivieron y su afición soñó de nuevo con que este miércoles sí lograran, como finalmente ocurrió, el campeonato. La esperanza creció tras ver cómo aprovecharon los tres grandes errores de fildeo de los Yankees.

La energía en el estadio de los Yankees definitivamente se desinfló después de la parte alta de la quinta entrada. Pero la esperanza seguía viva en ambos bandos. Por lo pronto, un par de aficionados en el Yankee Stadium dijeron: "Tenemos un juego" mientras todos estaban a la espera de que los de casa tomaran su siguiente turno al bate.

Pero, después de una desastrosa parte alta de la quinta entrada, los Yankees lograron una remontada con dos outs que llenó las bases pero no generaron ninguna carrera.

Todo comenzó con un sencillo de Anthony Volpe, que estaba repentinamente en racha, antes de que Austin Wells fuera golpeado por un lanzamiento y Alex Verdugo recibiera base por bolas.

Gleyber Torres envió una pelota al jardín derecho, pero Mookie Betts la atrapó fácilmente y el lanzador de los Dodgers, Alex Vesia, salió del apuro.

TRATAN Y LO LOGRAN

Después de 38 lanzamientos y permitir cinco carreras, Gerrit Cole se deshizo rápidamente de la parte baja de la alineación de los Dodgers. Parecía que su noche terminó y los Yankees fueron al bullpen con la parte alta de la alineación de los Dodgers en el séptimo.

Y, nuevamente, el Yankee Stadium enloqueció cuando su equipo anota carrera y puso el marcador 6-5.

Un elevado de sacrificio de Giancarlo Stanton le dio a los Yankees la ventaja nuevamente.

Luego que Juan Soto y Judge comenzaron la séptima con bases por bolas consecutivas ante Brusdar Graterol antes de que Jazz Chisholm conectara un roletazo para una jugada de selección del fildeador, moviendo a Soto a tercera. Stanton lo impulsó a home con un elevado profundo al jardín central.

RUMBO AL CIERRE

Después de darle base por bolas a Freddie Freeman con dos outs en la séptima, la noche de Gerrit Cole llegó a su fin.

¡Qué actuación! Lanzó 108 lanzamientos y ponchó a seis. Cole permitió cinco carreras, pero ninguna de ellas fue limpia, ya que todas llegaron durante una quinta entrada llena de errores.

La parte baja de la séptima fue una entrada poco común y sin incidentes para los Yankees, que fueron retirados en orden por Blake Treinen y su extraño jonrón.

Kiké Hernández, quien inició la remontada de los Dodgers en la quinta entrada con un sencillo, fue programado para ser el primero en la parte alta de la octava.

LA REMONTADA DE DODGERS

Para la octava entrada, por primera vez en el partido los Dodgers se pusieron al frente. Tras una excelente recuperación, el equipo azul puso el marcador a 7-6.

Esto se logró después de que Shohei Ohtani llegó a primera base por interferencia del receptor, y Mookie Betts, con las bases llenas, pegó un elevado de sacrificio al centro.

Y aún cuando los visitantes tuvieron la ventaja, para Yankees estaba la gran oportunidad de empatar o tomar la delantera ya que Juan Soto, Aaron Judge y Jazz Chisholm fueron los siguientes en entrar al campo.

Aaron Judge pegó un doble con un out y Jazz Chisholm recibió base por bolas justo después, pero los Yankees no pudieron llevar a ninguno de los dos a casa.

Giancarlo Stanton voló al jardín derecho antes de que Anthony Rizzo se ponchara tirándole para terminar la entrada. Eso fue un doble golpe para Nueva York, que no solo no anotó, sino que necesitaba la parte baja del orden al bate para iniciar la remontada en la próxima entrada y seguir con vida.

La parte final terminó sin carreras para nadie y con el marcador 7-6 favor Dodgers, lo que permitió lograr el octavo campeonato soñado.