Kamala Harris y Donald Trump intercambiaron ataques políticos y personales este martes mientras presentaban sus contrastantes visiones para el país durante su primer, y quizás único, debate en Filadelfia, antes de los comicios presidenciales de noviembre, una oportunidad de máxima presión para los candidatos después de turbulentos meses de campaña.
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El enfrentamiento, producido por ABC News, le brindó a los estadounidenses la mirada más detallada hasta el momento a una campaña que ha cambiado drásticamente desde el último debate, realizado en junio.
Al inicio, cuando fueron presentados, Harris tomó la delantera y le dió la mano al expresidente.
Y de inmediato, Harris presentó los argumentos demócratas de una mejor manera de lo que lo hizo el presidente Joe Biden, arremetiendo contra la propuesta de recortes fiscales y aranceles de Trump, y vinculándolo con el plan conservador Proyecto 2025 para un gobierno republicano, así como con las labores del Partido Republicano para restringir el acceso al aborto.
Harris marcó una línea roja a su rival en las elecciones del 5 de noviembre, dejándole claro que no debería decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo.
"El gobierno y ciertamente Donald Trump no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo", apuntó Harris.
El aborto es uno de los temas con las diferencias más marcadas entre ambos bandos y Trump empezó su alocución con la falsedad de que los demócratas, calificados por él de "radicales", permiten el aborto a los nueve meses de gestación e incluso la "ejecución" de bebés una vez nacidos, una afirmación ante la que intervinieron los presentadores para desmentirla, incluido el equipo de verificaciones de NBC News.
Trump, en cambio, trató de relacionar a Harris con Biden, preguntándole por qué no había tomado acciones sobre sus propuestas mientras se desempeñaba como vicepresidenta.
Harris atacó firmemente a Trump por el estado de la economía y la democracia después de dejar la presidencia, mientras la pandemia de COVID-19 asediaba al país y después de que sus simpatizantes irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero de 2021 en un intento por revertir los resultados de los comicios de 2020.
“Lo que hemos hecho es limpiar el desastre que dejó Donald Trump”, declaró Harris. Inició su respuesta diciendo que espera que los votantes escuchen “un montón de mentiras, quejas y sobrenombres” de su rival republicano durante su debate de 90 minutos.
Trump, en tanto, no tardó en arremeter contra Harris por dejar de lado algunas de sus posturas progresistas y subrayó: “Ahora va con mi filosofía. De hecho, le iba a enviar una gorra de MAGA”, refiriéndose a las siglas en inglés de su lema “Hagamos grande a Estados Unidos Otra Vez”. Harris sonrió y se rió en voz alta.
TRUMP ARREMETE CONTRA LOS INMIGRANTES
Luego, Trump arremetió contra los inmigrantes, afirmando que están "robando" los trabajos a afroamericanos e hispanos, un comentario de tono racista que la demócrata calificó de "la misma retórica desgastada de siempre".
El debate, el primero entre ambos, comenzó con preguntas sobre el estado de la economía, pero Trump rápidamente desvió la conversación hacia la inmigración, asegurando falsamente que hay "millones" de personas que están "inundando" Estados Unidos.
Mientras Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y, dirigiéndose directamente a la cámara y a los estadounidenses que seguían el debate, afirmó: "Esta noche van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y descalificaciones".
La vicepresidenta afirmó que el gobierno de Biden tuvo que "limpiar el desastre que dejó Donald Trump" tras sus cuatro años en la Casa Blanca y acusó al expresidente de haber dejado a Estados Unidos con "el peor desempleo desde la Gran Depresión", "el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil" y "la peor epidemia de salud pública en un siglo".
Y sobre el tema, Trump insistió con una falsedad. El candidato republicano acusó a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos de comerse los perros y los gatos de los ciudadanos que viven en las ciudades fronterizas, ante una atónita Harris.
"Muchas ciudades no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield se están comiendo a los perros la gente que vino, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza", apuntó el expresidente haciéndose eco de una retórica racista.
Trump y su fórmula vicepresidencial, JD Vance, han propagado información falsa sobre migrantes haitianos "causando caos" en una ciudad de Ohio y secuestrando mascotas para comérselas.
Las autoridades locales han salido ya a desmentir estos rumores, que se han propagado como la pólvora en redes sociales, en especial en X, donde el propio Elon Musk, el multimillonario dueño de la plataforma, ha contribuido a diseminar esta falsedad.
El propio presentador de ABC News, David Muir, salió rápidamente a corregir al expresidente: "Solo quiero aclarar esto. Usted menciona Springfield, Ohio, y ABC News se puso en contacto con el administrador de la ciudad allí. Nos dijo que no ha habido informes creíbles de reclamos específicos de mascotas que hayan sido lastimadas, heridas o maltratadas por individuos dentro de la comunidad inmigrante", dijo.
Otro de los temas fue el ataque al Capitolio en enero del 2021.
Pese a que está imputado por su posible participación en el asalto al Capitolio de 2021, Trump insistió que no fue responsable de lo sucedido y acusó a quienes estaban encargados de la seguridad, entre ellas a la entonces líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
"No tuve nada que ver con eso, aparte de que me pidieron que hiciera un discurso (...) Dije que creía que iba a ser grande y fui a ver a Nancy Pelosi y a la alcaldesa de Washington", relató.
Les pidió 10,000 guardias nacionales o soldados, pero le rechazaron, continuó. "Nancy Pelosi me rechazó (...) Nunca hubiera sucedido si Nancy Pelosi y la alcaldesa hubieran hecho su trabajo. Yo no era responsable de la seguridad", afirmó.
Trump fue cuestionado por los moderadores de si se arrepentía de algo de lo sucedido entonces y, aunque al principio trató de evitar la pregunta hablando de su tema predilecto, la inmigración, acabó respondiendo a la repregunta y evadiendo responsabilidades.
Harris recordó que ese 6 de enero de 2021 ella estaba en el Capitolio como vicepresidenta electa y también como senadora interina. Aquel día "el presidente de Estados Unidos incitó a una turba violenta a atacar la capital de nuestra nación, a profanar la capital de nuestra nación", dijo.
La candidata demócrata recordó que 140 agentes de la ley resultaron heridos y algunos murieron, y subrayó que "el expresidente ha sido acusado y enjuiciado exactamente por esa razón".
Trump, prosiguió, "ha dicho que en estas elecciones habrá un baño de sangre si el resultado no es de su agrado. Pasemos página. No retrocedamos. Tracemos un rumbo para el futuro y no retrocedamos al pasado", clamó la vicepresidenta.
El magnate neoyorquino se convirtió a finales de mayo en el primer expresidente estadounidense en ser condenado por un delito. Un jurado de Nueva York lo declaró culpable de 34 cargos por falsificar registros comerciales para encubrir el pago a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña de 2016.
La audiencia judicial en la que se dictará sentencia está fijada para el 26 de noviembre, justo después de las elecciones del 5 de ese mismo mes.
Gran parte del futuro judicial de Trump se decidirá precisamente en las urnas, ya que si regresa a la presidencia podría presionar al Departamento de Justicia –en teoría un órgano independiente– para que retire los cargos en su contra.
Además del caso en Nueva York, en los últimos meses se ha enfrentado a otros tres casos penales: uno en Washington DC por sus esfuerzos para revertir su derrota frente a Biden en 2020; otro en Georgia por las acciones que tomó con ese objetivo en ese estado; y otro en Florida por almacenar ilegalmente material clasificado en su mansión de Mar-a-Lago tras dejar la presidencia.
LA ESTRATEGIA DE HARRIS, LOS ANZUELOS PARA PROVOCAR
Una de las estrategias de Harris para el debate, y bajo el consejo de la exsecretaria de estado, Hillary Clinton, fue provocar a Trump y lanzarle “anzuelos”, que pareció funcionar.
Harris provocó la ira del expresidente al afirmar que la gente se va de sus mítines "por agotamiento y aburrimiento".
Dirigiéndose directamente a la cámara, Harris invitó a los televidentes a asistir a uno de los mítines del exmandatario, argumentando que es algo "realmente interesante de ver".
"En sus mítines habla de personajes ficticios como Hannibal Lecter, menciona que las turbinas eólicas causan cáncer, y lo que también notarán es que la gente comienza a abandonarlos antes de tiempo, por agotamiento y aburrimiento", dijo.
"Y les diré una cosa que no oirán: no hablará de ustedes. No hablará de sus necesidades, sus sueños y sus deseos", subrayó.
Trump, visiblemente enfadado, respondió afirmando: "La gente no va a sus mítines. No hay razón para ir". Además, aseguró que la gente no se va de sus mítines, que describió como "los mayores y más increíbles en la historia de la política".
En política exterior, tanto Harris como Trump mostraron sus diferencias.
Harris subrayó la necesidad de que la guerra en Gaza acabe de inmediato, mientras su rival tachó su postura de débil e insinuó que bajo su mandato desaparecería Israel.
"Demasiados inocentes palestinos han sido asesinados. Lo que sabemos es que esta guerra debe acabar. Debe acabar de inmediato. Y para hacerlo necesitamos un acuerdo de alto el fuego y dejar a los rehenes fuera. Seguiremos trabajando en ello", dijo la candidata demócrata..
Harris ha mantenido la misma postura que su Ejecutivo, asegurando que siempre defenderá el derecho de Israel a defenderse y subrayando que, junto a Joe Biden, está trabajando para "acabar con la guerra en Gaza" y para alcanzar la solución de dos Estados.
En su opinión, Trump es "flojo y está equivocado" en materia de política exterior.
El magnate republicano no es ningún abanderado de la causa palestina y cuando estuvo en la Casa Blanca decidió impulsar la normalización de relaciones entre Israel y sus vecinos árabes, dejando a un lado la solución de dos Estados.
Este jueves, advirtió de las consecuencias de un eventual mandato de Harris: "Si ella es presidenta, Israel no existirá en un plazo de dos años. Soy bastante bueno haciendo predicciones y espero no equivocarme en eso", dijo.
LA GUERRA EN UCRANIA Y LAS POSTURAS DE HARRIS Y TRUMP
Sobre la guerra en Ucrania, las diferencias se mantuvieron.
“Si Donald Trump fuera presidente, Putin estaría ahora mismo en Kiev”, afirmó Harris en respuesta a preguntas sobre la guerra en Ucrania.
La vicepresidenta aprovechó la ocasión para aclarar que la “agenda de Putin no se limita solo a Ucrania” y que, si fuera por Trump, “Putin estaría en Kiev con la vista puesta en el resto de Europa, empezando por Polonia”.
Trump respondió a Harris diciendo que, si él fuera Putin, no habría sacrificado la vida de miles de soldados y aseguró que sería capaz de poner fin de inmediato a la guerra a gran escala en Ucrania que comenzó tras la invasión rusa en febrero de 2022.
El republicano ha sostenido en varias apariciones que, de haber continuado en la Casa Blanca, Putin jamás se habría atrevido a invadir Ucrania, y asegura ser capaz de lograr un acuerdo de paz en menos de 24 horas.