MIAMI - Wilfredo León, de origen cubano, está a punto de tocar la gloria, luego de su increíble desempeño con el equipo polaco de voleibol en los Juegos Olímpicos de París.
El miércoles León lideró a todos los anotadores con 26 puntos, con 22 remates, dos bloqueos y dos pases cada uno, para que Polonia venciera a Estados Unidos por 3-2 y se clasificara para la final de Voleibol en París 2024.
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En 2015, el atacante, nacido en Cuba, obtuvo la ciudanía polaca luego de casarse con su pareja originaria de ese país europeo.
Polonia, el equipo mejor clasificado del mundo, jugará contra el anfitrión Francia en la final del domingo.
Pero, ¿cómo llegó hasta París?
El niño prodigio de Santiago de Cuba
La travesía de Wilfredo León en el voleibol comenzó en su ciudad natal, Santiago de Cuba. Con 11 años, Wilfredo ya participaba en torneos internacionales como una pieza clave del equipo juvenil nacional de Cuba. Su talento y dedicación no pasaron desapercibidos.
A los 14 años, León ascendió al equipo nacional senior de Cuba, convirtiéndose en el capitán más joven del equipo a la edad de 17 años. Junto a otros prodigios como Yoandi Leal y Robertlandy Simon, formó parte de la llamada "Generación de los Milagros," llevando a su equipo a conquistar la medalla de plata en el Campeonato Mundial de 2010.
Un nuevo comienzo en Polonia
La carrera de León dio un giro significativo cuando decidió mudarse a Polonia, país que adoptó con el mismo fervor con que lo acogieron sus seguidores. Su presencia en el equipo polaco no solo ha sido crucial, sino que también ha revitalizado las esperanzas de una nación que anhela volver a subir al podio olímpico.
León es conocido por su impresionante velocidad de saque, su poder de salto y sus remates devastadores. En mayo de 2021, dejó una marca imborrable en la Liga de Naciones de Voleibol (VNL) al registrar el saque más rápido jamás visto en la historia del torneo, alcanzando una velocidad de 135.6 kilómetros por hora. Este récord no solo destaca su capacidad técnica, sino también su constante búsqueda de la perfección.
El jugador cubano, de 30 años, es conocido como “El Rey León”, y desde los 14 años integró la selección nacional de Cuba. Pero no fue hasta el 2019 que pudo empezar a competir representando a Polonia.
El camino a la gloria Olímpica
Con la mirada puesta en la final de los Juegos Olímpicos, sueña con poner fin a una sequía de medallas que ha durado 48 años para su país adoptivo y ganar el oro frente a Francia, luego de ganarle a la poderosa slección de Estados Unidos.
"Ese siempre fue mi sueño", dijo León, quien dejó Cuba en 2013 para jugar en Rusia, a Olympics.com. “Cuando estaba con el equipo nacional de Cuba, gané los Juegos Olímpicos juveniles, así que me prometí que tan pronto como estuviera en el equipo nacional absoluto, mi objetivo era estar allí en los Juegos Olímpicos.
“Durante un período muy largo, estuvimos esperando tener una medalla y durante muchos años esperando pasar los cuartos de final. En los últimos Juegos Olímpicos, no pudimos pasarla y desde ese momento (queríamos esto). “Estoy muy contento, pero ahora mismo estamos en una medalla de plata, pero para mí no es suficiente. Lucharé por el oro”.